Como el Árbol de la Vida, la escalera está asociada al conocimiento del bien y del mal. Sus diversos niveles representan el progreso entre el mundo terrenal y el divino.
Quizá la escalera más conocida en la tradición simbólica occidental es la Escalera de Jacob. En el Antiguo Testamento, Jacob, que huye de la ira de su hermano, se tiende a dormir con una piedra por almohada y durante su sueño se le muestra cómo los ángeles de Dios suben y bajan por una escalera que conecta al Cielo con la Tierra. Desde lo alto de esta escalera, Dios bendice a Jacob y le promete protegerlo en su viaje. La escalera es pues, el símbolo de tránsito y unión, entre lo terrenal y lo celestial, o bien entre el yo consciente y el subconsciente.
Cabe mencionar que dicho simbolismo aparece también en los textos sagrados del Islam, pues a Mahoma también se les mostró en sueños una escalera por la que los fieles podían ascender hasta el reino de Dios.
El significado especial de las Escaleras de Mano
La escalera de mano es un arquetipo muy conocido que se interpreta a menudo como el símbolo del logro personal. Los direfentes peldaños representan los distintos niveles del cosmos y del progreso en la búsqueda de la iluminación.
Sus dos ejes verticales representan a los dos árboles del Paraíso: el del Conocimiento del Bien y del Mal, y el Árbol de la Vida, ambos unidos por los travesaños del conocimiento espiritual.
En la tradición del budismo tibetano, se puede ver representada en el relieve de estuco del templo de Wat Mahathat en Tailandia. Allí se aprecia a Buda descendiendo por una escalera desde el Cielo de Trayastrimsha, asistido por Brahma e Indra. Esta obra es un recordatorio de que desde el mundo espiritual, somos asistidos por las esferas superiores de consciencia, nuevamente mostrando la unión entre el mundo terrenal y el espiritual.
La Escalera a la Vida Eterna en el Antiguo Egipto
Este símbolo aparece también en la mitología egipcia: la escalera estaba vinculada a Osiris, dios de la resurrección y del inframundo, y como solía representarse iluminada por los rayos del Sol, mostraba su relación con el Dios Ra. Osiris y Ra, la resurrección y la iluminación, como muestra del alma inmortal que vence a la ilusión de la muerte terrenal bajo la luz de la consciencia pura y verdadera.
En esta foto de la Tumba de la Reina Nefertari (Valle de las Reinas, Luxor), se puede apreciar a la reina frente al Dios Ptah (Dios Creador o Arquitecto del Universo) y del Dios Osiris en la forma del pilar Djed.
Los antiguos egipcios creían que había una parte incorpórea e inmortal del hombre, que volaba al cielo tras la muerte y el embalsamamiento, pero los teólogos de la Dinastía VI habían decidido que había alguna parte del difunto que sólo podía ascender al cielo por medio de una escalera. En los muros de la Pirámide del Faraón Teta, se puede leer:
"Cuando Teta se purificó en los confines de esta tierra en la que Ra se purificó, él reza y alza la escalera, y quienes habitan en el gran lugar empujan a Teta con sus manos".
Como podemos ver, para los antiguos egipcios la forma de ascender por dicha escalera hacia la vida eterna es através de la purificación espiritual durante nuestra vida en la Tierra.
En la Pirámide del Faraón Pepi I, al rey se lo identifica o fusiona con la escalera misma, y se lee:
"Dice Isis: ´Felices quienes ven al Padre´, y Neftis dice: ´Quienes ven al Padre tienen descanso´, hablando al Padre de este Pepi cuando entra en el cielo entre las estrellas y luminarias que jamás entran en ocaso. Con la cobra sagrada (uraeus) sobre su frente, y su libro a ambos lados, palabras mágicas a sus pies, Pepi avanza hacia su madre Nut (Diosa que personifca el firmamento) y entra allí en su nombre Escalera¨.
En este sentido, la escalera somos nosotros mismos, y el ascenso que se da en nuestro interior, es el que se refleja en el momento de la trascendencia y elevación hacia el Padre.
Las escaleras en espiral
La escalera en espiral sugiere que el progreso álmico no es lineal; sus vueltas simbolizan los giros de la fortuna y la alternancia de los pasos ascendentes y descendentes a lo largo del camino de evolución. Esto nos recuerda que nuestras acciones nos pueden llevar tanto a subir escalones hacia lo alto, como a caer peldaños hacia abajo.
Otra característica de la escalera en espiral es que no se puede ver su final sino hasta que se llega arriba, lo cual le da un matiz de incertidumbre, sugiriendo que el camino del despertar es un periplo espiritual cargado de dudas.
Finalmente, nos muestra la repetición de ciclos, que una vez transitados se vuelven a repetir pero desde un nivel superior -de conciencia-, con lo cual se continúa el proceso de elevación.
Si estás interesado en continuar tu proceso de conocimiento y evolución, te dejo el link de “Prácticas Transformacionales”:
Fuente:"Signos y Símbolos, Guía ilustrada de su origen y significado", Kathryn Wilkinson, Gran Bretaña, 2008. Publicado originalmente por Dorling Kindersley Ltda.
Fuente: "El Libro Egipcio de los Muertos: El Papiro de Ani", Dr. E. Wallis Budge, Cuarta Edición, Editorial Kier, Buenos Aires, 2004, traducido por Héctor Vicente Morel-
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